martes, 7 de agosto de 2018

Nancy Forever << Nancy por aquí, Nancy por allí,...SÍ, siempre Nancy >>

Hoy se ha levantado un día tormentoso y húmedo, y la verdad, es de agradecer, con los calorcillos que estamos teniendo últimamente.

Aunque por otra parte, estos días así "oscuros"  te inducen, de alguna manera a que afloren también algún que otro pensamiento del mismo tono.


Hace unos días, mientras revisaba mis mensajes y correos, me encontré con una pregunta que una nancyfan había lanzado para todo el que quisiera responder.
La pregunta decía más o menos lo siguiente: << Me gustaría saber que edad tenéis las personas que escribís y estáis por aquí >>

La respuesta  fue multitudinaria y de todas las edades. Hasta aquí todo normal.

Lo triste vino después cuando esta nancyfan agradeció nuestras respuestas y aclaró el motivo de su pregunta.

Nuestra respuesta le había alegrado el día, pues había comprobado que el amor incondicional que ella tiene por sus muñecas, no era ni único, ni raro, ni fuera de lugar, ni irracional, que es como se siente ella, o mejor dicho, que es como la hacen sentir a ella su familia.

SU  FAMILIA, ¡Madre del Amor Hermoso! si no lo hubiese leído no lo hubiese creído.

Busco palabras, adjetivos, para calificar esta actitud "FAMILIARRRRR" que no resulte malsonante chicas, pero no me sale nada, será el "cabreo monumental" que me provocan las injusticias.




Voy a tener que tirar de diccionario a ver que tal...

Pero lo peor todavía estaba por llegar, cuando en las respuestas de otras nancyfans, me encuentro con que el caso de esta amiga no es único, si no que, por el contrario bastante frecuente, más de lo deseable, porque gracias a Dios (o a quien sea) no todos tenemos seres queridos tan egoístas y tan insensibles.

Las circunstancias que contaban algunas nancyfans son para denunciarlas al "Sindicato de lo incomprendidos" chicas.

Las que más me impactaron fueron precisamente las que tenían que ver con el núcleo familiar.
año 1969

Todos sabemos que hay personas a las que les gusta criticarlo todo, eso no es nuevo. Y que según a que tipo de personas no le puedes contar muchas cosas, básicamente, porque no lo iba a entender o simplemente porque no le importa.

Yo a mis vecinas, por ejemplo, no les cuento mi vida, lo que saben de mí, si es que saben algo, lo habrán averiguado por otras "vías".


Tampoco se yo nada de ellas, y es que sencillamente no me interesa. Lo único que quiero saber de ellas es que están bien y que si alguna vez necesito un favor, puedo acudir a ellas, igual que ellas pueden acudir a mí.

Los detalles personales son eso, personales.

Pero lo de la familia, señoras, es de "juzgado de guardia" (me he pasado un poquito).

Nadie debería tener que esconderse para hacer lo que le gusta, cuando eso que le gusta es bonito, es inocente, es sano, y sobre todo le hace feliz.

Humildemente, me gustaría  que esas personas "tan integras" "tan como Dios manda" "tan adultas" "tan, tan, tan (parezco una campana) sensibles". Se detuvieran por un momento, un instante, se dieran un respiro en su mente y en su corazón, y trataran de recordar su infancia, su niñez, aquellas "pequeñísimas cosas" que le hacían feliz...


Me estoy dirigiendo por supuesto a personas que han disfrutado de una infancia feliz, los problemas y las circunstancias "escabrosas" que por desgracia tienen que soportar algunos niños, son tema a parte y por lo tanto, también requiere un trato distinto.

...Pues eso, recuerden, busquen en su niño interior, que aunque no lo crean sigue ahí, nunca se fue, y sigue siendo, en esencia, un niño-a.

Dejen jugar a su niña, jueguen con ella, recuperen aquellas sensaciones, la inocencia, la ilusión por cualquier cosa, la más pequeña.

Nunca deberían de haber perdido ese sentimiento.

Si lo intentan, seguro que consiguen entender a esa madre, a esa abuela, o quien sabe, también algún papá o abuelo, que no quieren parecer "flojos" a los ojos de los demás, en sus críticas.


Si lo intentan y lo consiguen, también conseguirán, de un plumazo, del mismo plumazo, hacer feliz a esas personas que se esconden para jugar con sus muñecas, como si fuese el más sucio de los pecados, y  usted también se sentirá mejor, ya que con un sencillo cambio de actitud, habrá conseguido muchas cosas y todas buenas.

En serio, desde el corazón, amiga o amigo. RECUPERE a su niño interior, ¿no lo oye? pues le está llamando a gritos.

Un abrazo a todas.



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