martes, 27 de agosto de 2019

¡Felíz Cumpleaños Nancy...fans!

No, no es que Nancy cumpla años en estos días, no.
Bueno, digo yo que no, a lo mejor es que si, pero no lo sé.

El caso es que me estaba acordando de aquellos cumpleaños de cuando eramos niñas...¿os acordáis chicas?, los globos, los confetis, el bizcocho cubierto de chocolate, la fanta, la gaseosa, la coca-cola, la mirinda, las patatas fritas, los gusanitos, los caramelos,...y sobre todo la cara de ilusión del que cumplía años, ¡que importantes nos sentíamos en ese momento de apagar las velas del pastel.Todo el mundo pendiente de ti, en ese instante.

¡Que bonito! que esas pequeñas cosas, tan pequeñas en realidad, nos hicieran sentir tan grandes.

¡Ahí está la importancia de "las pequeñas cosas".

La semana pasada estuve en el cumpleaños de una amiga, nancyfan como nosotras, y sus hijos le habían preparado una tarta muy bonita, que la habían hecho ellos, por aquello del azúcar y los conservantes, ¿ya sabéis lo del azucar? ¿si? ¿no? bueno pues otro día os hablaré del azúcar y "sus pecados" que son muchos. Hoy os quiero hablar de otra cosa.

Pues como os decía, le prepararon su tarta de cumpleaños, y despues la llenaron de velas. No se veía el pastel con tanta vela.
Yo que soy muy bromista le dije a mi amiga que ¿por qué cumplía tantos años?, yo sólo cumplo uno por año, y se lo sumo a los demás, que ya tenía de antes. Pero en mis pasteles sólo pongo una vela, la del año que cumplo.

Además, como pedimos un deseo y este sólo se cumple si se apagan bien las velas, es mucho más fácil que se cumpla el deseo, apagando una vela en lugar de una tarta llena de ellas.

Pero lo cierto es que a mi amiga le gustan las tartas así, atestadas de velas, una por año cumplido.

No le gustan las de número, ni las que te cuentan los años de cinco en cinco, ni de diez en diez, ni nada de nada...

Y como nació en verano, para "ayudarse" a soplarlas y asegurarse su deseo, se pone junto al ventilador y así no falla. ¡Menuda es ella!

Y, como en todo lo que hacemos habitualmente, existe una historia o una tradición detrás, que muchas veces desconocemos, y la tarta de cumpleaños no es una excepción...

Os cuento :

La sitúan en Alemania (esta costumbre) y sobre los primeros años del siglo XVIII, que en los aniversarios infantiles, era típico hacer dulces con formas circulares para obsequiar al niño que cumplía años.

Sobre este dulce circular, independientemente de la edad del niño, prendían dos únicas velas.

Una representaba "la luz de su vida" y la otra que simbolizaba " a los años venideros".

Estas velas, tenían que estar encendidas sobre el dulce durante toda esa jornada, y se reemplazaban por otras, en el caso de que se consumieran antes de finalizar ese día.

Después, el niño-a, tenía que apagarlas de un soplido, Y el humo que desprendían las velas al apagarse, se creía que ayudaba a trasladar a Dios su deseo. Ya que por ser su cumpleaños tenía ese derecho, pedir un deseo.

También hay quién sitúa esta costumbre, mucho más atrás en el tiempo. En la Grecia Antigua, los griegos ofrecían a la diosa Artemisa ( de lade la caza, la naturaleza y la Luna), dulces circulares como la Luna, con velas sobre ellos, en las celebraciones que hacían a los nacimientos. Representando de esta manera el ciclo lunar completo.

También las apagaban de un soplido todas, para que el huno desprendido llegase a la divinidad transportando los deseos del agasajado-da..

Pues ya veis chicas, ¿de quíen sería la idea?. Yo me inclino más por estos últimos, porque el siglo XVIII lo tenemos bastante cerca y en mi modesto entendimiento, creo que los dulces y los cumpleaños llevan mucha más historia en su haber ¿no os parece?.

Otro dato curioso al respecto, es que siempre se consideró una tradición pagana, ya que entre los cristianos, su costumbre era la de conmemorar la muerte de los santos, no su nacimiento.
Hasta que ...un buen día, la Iglesia estableció la "Natividad de Jesús" como una celebración y acontecimiento relevante. Con lo cual, a partir de ese momento, todos los cumpleaños de todos los que nos consideramos cristianos fueron legitimados como una celebración cristiana...Amen.

Bueno chicas, no se a vosotras, pero lo que es a mí, siempre que hablo de pasteles y dulces, me dá antojo. Voy a ver si tengo en la cocina, los ingredientes necesarios  y me preparo algo dulce, pero eso si, sin pasarme con el azúcar, que no es buena para nadie, ni siquiera para los niños.

Nancyfans, vigilad muy bien el azúcar que les dais a los vuestros. Y si me aceptais un pequeño consejo, desterrar para siempre de vuestra dieta la bollería y la pastelería industrial. Si quereis un pastel o un dulce, hacedlo vosotras, es fácil y además es divertido. Implicar a los más "peques" de la casa, les encantará jugar con la masa, y además ganareis todos en salud.

¡¡Un Abrazo chicas!!.





lunes, 12 de agosto de 2019

¿Nos vamos a la playa?

¡Vaya con el calorcito chicas! media España está cocida, la otra media  "al dente" y todos los que pueden "en remojo" o "pasados por agua".

¡Que barbaridad! ¡que calor!

Cuando era más joven, soportaba mejor el calor, también es cierto, que antes me iba a la playa y me pasaba las horas enteras jugando en la orilla, con las olas.


Pero ahora me da pereza, y eso que la tengo cerca, pero sinceramente chicas, entre nosotras, lo que realmente no me gusta de la playa es su "concurrencia".

Gente por aquí, por allí, niños corriendo, jugando, uno que grita, otro que se pelea, que te tiran tierra.

Y  los vendedores de casi todo, que si un pareo, que si un collar, que si un gorro, que si un helado, una sandía, un coco que te lo abren delante de ti,.... casi de todo.

Vamos que no te dejan ni 10 minutos seguidos de tranquilidad.

Entiendo que el verano, las vacaciones y la playa, pues son así, a una inmensa mayoría le encanta, sueñan con ello todo el año.

Pero a mí me agobia, y si además el calor pega fuerte y lo "aderezamos" con los perfumes que tienen los protectores solares, a piña, a coco, a caramelo, melocotón,...todo mezclado, acabo mareada, pero de verdad, literalmente mareada.

Y si quiero "escapar" de todo ese estrés y me voy al agua, me encuentro con una "selva" de flotadores de animales salvajes, de granja, ¡incluso fantásticos chicas!

¡Quien no haya visto nunca un unicornio que vaya a cualquier playa de España entre los meses de Julio y Agosto! que podrán "avistarlos con mucha facilidad" porque además me "muchos" los hay muy muy grandes, algunos gigantescos.

Pues como os digo,  esta "selva de goma" compite en número y tamaños con todo tipo de "artefactos acuáticos" como tablas de surf , de otras cosas que no es surf, patines, piraguas, canoas, zodiacs...

Que hacen "intransitable" la orilla.

Así que, para mí la playa en verano, se ha convertido  en "terreno hostil".

Tengo que renunciar a mis paseos por su arena y su orilla hasta por lo menos mediados de septiembre.

Pero por otra parte, la playa y el verano me evocan muchos buenos recuerdos de cuando éramos niñas.

¿Os acordáis chicas? de aquellos veranos de 1970,...y pico,de aquellas excursiones en familia a la playa con todos los "cachivaches" imaginables, que más que a la playa, parecía que te ibas de casa para siempre, a saber...

Sombrilla o sombrillas, según el número de personas de la familia a  proteger, tumbonas o gandulitas, para los más "peques" y  para los más "grandeques", toallas, bañadores, flotadores, pelota, palas, cubitos (para los castillos de arena), la comida, las bebidas, la nevera de hielo (azul o roja), las cremas solares, las lociones antimosquitos, todos los útiles de aseo (que son unos cuantos), gorras, sombreros...y despues de todo lo necesario, los "por si acaso"...

"Por si acaso me aburro" me llevo un libro,  la Nancy (en mi caso no porque no quería ensuciarla), las cartas, el dominó, el parchís, el periódico, la revista,...

"Por si acaso me hago una herida, me pica una medusa, me duele la cabeza, me mareo en el coche" el botiquín con todos sus artículos...

"Por si acaso se levanta brisa" chaquetitas para todos.

"Por si acaso..."

Y además el "cassette doble pletina" ( en los 70 no teníamos mp3, ni Iphone, ni tablet, ni teléfonos móviles, no se habían inventado todavía) con la canción del verano "a tope" normalmente Georgi Dan o Los chichos.

¡Que recuerdos chicas!

Y despues, cuando al día siguiente estábamos "colorados como cangrejos", presumíamos enseñando la raya "blanca" del bañador, donde no nos había tocado el sol, para mostrar lo morenas que nos habíamos puesto. Eso era "lo más".
Pues se, y lo se de "buena tinta" que había quien se subía a la azotea de su casa para tomar el sol y ponerse colorada, para despues decir que había ido a la playa, la cuestión era ponerse como un tomate gazpachero, cuanto más roja mejor.

Recuerdo en una ocasión, mi abuela, que estaba sentada en su tumbona, debajo de la sombrilla, y con un sombrero de ala ancha que le llegaba a los hombros, vamos que no se le veía la cara.
Me dijo << nena ¿nos vamos al agua un rato? >>
Yo me la miré extrañada, porque mi abuela nunca se metía en el agua, pero le dije ¡vale!. Y me cogí de su mano, y nos fuimos para la orilla. Cuando llegamos allí, a mí una ola me alcanzó y me mojó los pies, pero sólo los pies, y a mi abuela, creo que le mojó los dedos, ni siquiera los pies.

Y me dijo : ¡Hay nena, ¿sabes qué?, ya me han dado suficiente las olas por hoy, me voy a la tumbona a "secarme".

Yo me quedé allí en la orilla, preguntándome qué se iría a secar mi abuela. Nunca lo supe, pues tiempo despues, cuando en alguna ocasión referíamos el tema, acababa riéndose, pero sin decirme el ¿qué?. ¡Cosas de abuela! digo yo.

Ella, en ese momento, me dijo que había pensado que le apetecía un helado, y fue a comprarlos y yo con ella, a uno de aquellos puestos de playa de la marca Avidesa, Camy o Frigo ¿os acordáis chicas? entonces eran "lo más" porque en realidad no había más marcas y los helados artesanos, como los conocemos ahora, no existían, por lo menos aquí.

También recuerdo que mi madre llevaba el cabello siempre "marcado con rulos" aq la moda de entonces, y para no mojarse la cabeza y conservar el peinado, se ponía un gorro de aquellos de goma, muy llamativo, con flores de colores, y me insistía para que yo me pusiera otro, pues yo llevaba el pelo muy largo y tardaba en secarse. Pero a mí me daba vergüenza colocarme "aquello" en la cabeza, que era amarillo limón y con puntitas de goma, como un erizo, "horroroso".

También recuerdo aquellos juegos que se ponían  de moda cada verano, y que todo el mundo llevaba, no sólo a la playa,...el hula-hop, las bolas, las palas con la pelota que llevaban enganchadas con una goma, ...

En mi barrio las calles se llenaban de esos juguetes y "su niño" por supuesto, todos los veranos.

Y vosotras chicas, ¿tenéis recuerdos playeros o de verano, de la infancia que queráis compartir conmigo?. Escribidme, al final de la entrada encontrareis el lugar para hacerlo, es muy fácil. Ya sabéis que me encantan vuestros comentários.

Un abrazo nancyfans y cuidado con el calor y la carretera.