Tuve miedo al ver la actitud de la gente en general, nerviosos, desquiciados, vaciando supermercados, corriendo de aquí para allá.
Una sensación de inestabilidad, de vulnerabilidad me invadió.
Yo, que por sistema y desde hace ya bastante tiempo no escucho las noticias, porque como ya os he comentado en alguna ocasión, me ponen de "mal rollo", no me había enterado bien todavía, de lo que estaba sucediendo.
Sí que sabía que había cierto revuelo y mal estar con el tema de los "virus" en China, pero nada más.
Así que cuando aquel viernes fatídico, fui como es mi costumbre, a comprar al Lidl que hay en mi pueblo, y encontrarlo cerrado a las cinco de la tarde, porque lo habían "vaciado" los clientes con sus compras compulsivas y sin control, y tenían que abastecerlo para poder re-abrirlo al público, sentí que algo no andaba bien.
No podía andar peor, esa misma noche se declaró el estado de alarma, y todo lo que ya sabemos que sucedió a continuación, sin precedentes en nuestra sociedad, algo verdaderamente insólito.
Desde que éramos muy pequeñas, yo por lo menos, había oído hablar del fin del mundo, que acabaría en "esta fecha" o en "aquella otra", las predicciones de "Nostradamus", "Nicodemo" y otros...
Pero nunca había oído que fuera a ser de esta manera.
Porque sí chicas, el mundo, nuestro mundo o lo que conocíamos hasta ahora como nuestro mundo, ha dejado de existir, ya nada volverá a ser como antes, o al menos eso es lo que quieren hacernos creer.
No se cómo lo estaréis viviendo vosotras chicas, pero lo que es yo, no lo llevo muy bien, el tema de la limitación de libertad, que te digan cuando puedes salir de casa y cuando no y encima con una mascarilla que a mí personalmente me provoca eccema en donde me toca la piel y la dificultad para respirar con normalidad a la par del calor que da y el respirar el monóxido de carbono que exhalamos en cada respiración (¿o se llama dióxido?, bueno ahora no lo recuerdo pero es algo de eso, pero que es tóxico se llame como se llame), ¡vamos un horror!.
Cuando éramos niñas y sentía miedo o soledad o cualquier cosa que provocara mi inquietud, cogía a mi Nancy y la apretaba fuerte contra mi pecho, y así le hablaba, le contaba como me sentía y después le contaba un cuento o le seguía hablando de cualquier cosa que se me ocurriera, y así mi muñeca y yo nos hacíamos compañía y yo me calmaba, y se me iba el miedo, desaparecía como por arte de magia.
Nancy era mi mejor compañía y mi consuelo en cualquier momento y circunstancia.
En estos días "tan raros", "tan extraños" que estamos viviendo, Nancy es más que nunca una más de mi familia, aportando esa pizca de ilusión y de magia que tanto se necesita en momentos difíciles.
Su alegre presencia, su dulce rostro, siempre dispuesta a escucharte, a jugar, a acompañarte en lo que estas haciendo, es un tierno y bonito apoyo para mi familia y para mí.
Puede que nos quieran cambiar el mundo, es más que probable, que muchas cosas que eran ya no lo sean, y que vengan otras en su lugar, pero chicas, amigas mías, nuestra Nancy, nuestra amiga del alma, incondicional, única y maravillosa, como sólo ella sabe ser, estará siempre con nosotras, nada ni nadie podrá nunca cambiar eso.
Espero y deseo con todo mi corazón que todas, nancyfans, sin excepción, esteis bien y desde aquí y para todas estoy visualizando un lugar maravilloso, lleno de luz, de vivos colores, donde el aire huele a fresco, a vida, le pongo todos los buenos deseos y las personas que nos hacen felices y.....vosotras añadir vuestras ilusiones, vuestros proyectos, lo que sea que os guste.
Hay muchas personas que defienden la teoría de que si deseas algo con mucha intensidad, con convencimiento, con determinación y con fe, lo atraes a tu vida y acaba "materializándose" vamos que se hace realidad, yo estoy convencida de ello, además esto no es algo nuevo, ya en los Evangelios y en los libros de La Biblia nos hablan de estos temas...<<Dios proveerá>> <<Pedid y se os dará>> ¿os suenan estos conceptos? están en los escritos Sagrados.
Chicas, cuidaos mucho, llenad vuestro corazón de ilusión y de cosas positivas, os envío todo mi cariño y fuerza, mucha fuerza. Y a todas las Nancys que os acompañan, como si es cualquier otra muñeca maravillosa la que está con vosotras, les digo lo mismo que les digo a las mías cada mañana al levantarme y cada noche al acostarme
GRACIAS POR EXISTIR.
