miércoles, 15 de noviembre de 2017

" Dalái "

Hoy me gustaría hablaros de algo que prácticamente sin buscarlo, sin a penas pensarlo, ha cambiado la vida de mi casa en un " plis-plas  ".

Siempre he creído en el destino y una vez más se ha confirmado que no debo andar equivocada dadas las circunstancias.

Estaba hablando con mi familia, sobre la posibilidad de traer un "hermanito" para nuestra perrita, y sin planearlo, empezamos a mirar anuncios de personas, que por unas u otras circunstancias no podían seguir cuidando de su mascota y le buscaban un nuevo hogar.

Así fue como conocimos a un buen número de personas, y en igual número a perritos de todas las razas, colores y edad.

Comenzamos a contactar con todas aquellas personas cuyas mascotas podían "encajar" en nuestra familia. Muchos ya habían encontrado un nuevo hogar, algunos todavía no.

Hubo uno que nos llamó mucho la atención, era un mestizo de boxer y pastor aleman, de 8 meses de edad, del que su humano no podía seguir ocupándose, porque se muda y donde va, no puede llevarse al perrito.

Estábamos tratando de ponernos de acuerdo para recoger al perrito, ya que es de un pueblo de aquí, de la provincia, pero digamos que estamos en extremos opuestos y no había forma de coincidir.
El caso es que estábamos en esa tesitura cuando "casualidades de la vida", unos amigos nos ofrecieron un perrito, también de 8 meses, pero este es un mestizo de pastor catalán o como aquí se le conoce "Gos d'atura" con Border collie, vamos un "ovejero" de pura casta por los cuatro costados.
Dalái con cuatro meses de vida
Que estaba en un pueblo muy cerquita del nuestro, y que sus humanos le buscaban un nuevo hogar, porque ellos, que tienen una manada de 6 perros, y este del que os hablo era el último integrante, no era bien aceptado por el resto, le atacaban constantemente y temían por su vida.

Así que no nos lo pensamos, y pudimos concretar con ellos, el lugar y el día para encontrarnos, sin más problema.

Aquí es donde yo entiendo que el "destino" se impuso ya que acabábamos de hablar con ellos, y habiéndonos ya comprometido, nos llamó el propietario del otro perrito, que nos dijo que podíamos quedar en lo que habíamos hablado antes, y que en ese momento no aceptaba.

Solo pudimos decirle que ya habíamos aceptado quedarnos con el otro perrito y que nos daba muchísima pena no habernos puesto de acuerdo antes, pero le ofrecimos ayudarle a encontrar un nuevo hogar para él, y en ello andamos, diciendoselo a todo el que conocemos por si alguien lo quiere.

sencillamente  feliz 
La verdad es que este episodio "empañó" la venida de "Dalái" a casa, ya que nos apena profundamente que el otro animalito haya podido perder la oportunidad de encontrar un hogar, estando a punto de perder el que tiene, pero el caso de "Dalái" era bastante más desesperado que el suyo.

Dalái, que a su corta edad ha pasado ya por tres familias distintas (incluyéndonos a nosotros) y también ha estado en un refugio de animales. Triste historial para un cachorro.
Es un perrito muy bueno, tranquilo y está encantado con su nueva familia, que desde luego, por la parte que nos toca, será su "última familia", hasta el final de su vida.

He querido dedicarle esta entrada, para aportar mi granito de arena a esta causa.
Dalái ha tenido la suerte de cara por una vez, y esa misma suerte  merecen los cientos, los miles de animales que esperan en los refugios a que alguien los quiera.

Le encanta jugar con peluches y cogérselos a su hermanita, morder palos,es un tragón "impenitente" que nos ha robado el corazón a toda la familia, incluidas las Nancys. Pero estas ya me preocupo muy mucho de que no las "robe", solo se las dejo oler.
Aquí lo teneis paseando con Kenia por el parque de perros

Dalái, elegimos ese nombre para él, a pesar de que ya tenía nombre, pero no lo definia en absoluto, su carácter bueno, bondadoso, y su talante tranquilo, a pesar de ser todavía un cachorro, nos decidió para cambiárselo.

De esta manera es como si volviese "a nacer"
Esta foto es de hoy mismo
Hace solo unos días que está en casa y parece otro perro, aquel animal asustado que llegó, ya se marchó para siempre y ha dado paso a un perrito feliz, juguetón, tranquilo y confiado.

¡Ya le tocaba!.

¡Hasta pronto chicas!