viernes, 4 de mayo de 2018

Nancy chocolatera

¡¡Hola chicas!!


Creo recordar que en alguna ocasión os he hablado de mi "afición" por el chocolate, desde que tengo memoria, siempre me ha gustado el chocolate, en todas sus presentaciones pero quizás, la que mejores recuerdos de cuando éramos niñas me trae es la de tomar "leche con cacao" concretamente con "Cola Cao"

¿Os acordáis chicas? de la canción aquella de ..."Yo soy aquel negrito del África tropical"...

Lo cierto es que yo no he necesitado nunca acordarme del colacao, porque "nunca" he dejado de tomarlo. Sigue siendo "un buen compañero" en cualquier época del año, frío o caliente. Aunque yo si puedo elegir, lo prefiero caliente.

De la misma forma que el colacao, con el "chocolate a la taza" también he pasado y paso muy buenos momentos, sobre todo en invierno y en Navidad, "es una delicia".

Haciendo un poquito de "historia" sobre este producto maravilloso, nos encontramos con que el chocolate, como nosotras estamos acostumbradas a verlo, no es ni mucho menos su estado natural.

Proviene de un árbol que da un fruto en forma de "vaina" que "atesoran" en su interior las "pepitas" o "habas" o "semillas" que después de procesadas nos da el chocolate, entre otros productos.
theobroma  cacao

Al principio, cuando se tiene conocimiento de esta especie, hace más de 4.000 años, crecían de forma silvestre en las selvas tropicales, concretamente en las cuencas de los rios Amazonas y Orinoco.

Su nombre "cacao", el nombre científico es un poco más rebuscado "theobroma cacao".

Al cacao se le han atribuido desde siempre propiedades "casi" mágicas, desde curar enfermedades, calmar la sed y el hambre, hasta proporcionar la "sabiduría universal", esto según una leyenda azteca.
semillas de cacao

Los mayas, empezaron a cultivarlo hace más de 2.500 años y principalmente lo usaban como medicina, relajante, reconstituyente, estimulante, sí, aunque a simple vista pueda parecer contradictorio, el cacao provoca todos estos "efectos".

La manteca de cacao la usaban como pomada cicatrizante de las heridas.

Para ellos el cacao era símbolo de "vigor físico" y "longevidad".

Fueron también los mayas, los que a partir de semillas machacadas de cacao, crearon un "brebaje" amargo llamado "chocolha".

Este solo podían tomarlo "reyes y nobles".

Para los aztecas era "tan valioso" el cacao, que lo hacían servir de "moneda de cambio" a la vez que de producto de consumo.

El cacao llegó a Europa a través de nosotros (España) de la mano de Hernán Cortés, que fue quien envió el primer cargamento de cacao, allá por el año 1.524.

Aunque con anterioridad, Cristobal Colón, en 1.502, recibió cacao como ofrenda de "bienvenida" entre otros presentes, como armas y telas.

Como suele pasar con todo desde que el mundo es lo que es, y "el hombre", esa especie "aventajada" entre las demás especies, lo manipula absolutamente todo en favor e interés propio, con el cacao no iba a hacer una excepción.
Cristobal Colón

Aquí en España, la acogida de este producto fue "increible".

Tanto fue así, que hasta las más altas esferas (la Corte Española) cayeron rendidas a sus "encantos" y lo "monopolizaron" para si.

Manteniendo como "secreto de estado" durante un siglo la preparación del "chocolate o cacao a  la taza o bebido".

Únicamente la iglesia conocía el procedimiento para convertir el fruto del cacao en chocolate.

Y consideraban que podía ser consumido en Cuaresma porque, "según ellos", no rompía el ayuno.

¡Ya sabéis chicas!, en Cuaresma comer chocolate hasta "hartarse", ¡no es pecado!, vivir para ver...

Pero, a pesar del "secretismo" con el que intentaron llevar el tema, el chocolate traspasó fronteras, llegando a Francia, de la mano de la Infanta Maria Teresa de Austria (1638-1683), cuando contrajo matrimonio con Luis XIV (El Rey Sol) de Francia, ya que ella como miembro de la "Corte Española" era muy "aficionada" a esta bebida y se llevó con ella "cargamento" de cacao, útiles y servidumbre "cualificada" para que preparasen el chocolate para ella.
Maria Teresa de Austria

¡Que manera de manipularlo todo chicas!

No os parece muy fuerte que "nadie", ni siquiera los nacidos (por azar) de reyes o nobles puedan decidir lo que podían o no podían "comer" el pueblo, la población. Y reservarse para su uso exclusivo y su beneficio, algo, en este caso, que Dios puso en el mundo para "todos sus habitantes" nacieran en la cuna que nacieran.

No se de que me sorprendo, pues hoy día este tipo de cosas siguen pasando, muy a pesar nuestro.

Fijaos a donde llegaron con el tema del chocolate, que por orden de las Cortes de Madrid, en 1.644 se decretó que "nadie", ni comercio, ni particulares, ni en ningún sitio, se podía vender chocolate como "bebida". Para, según ellos, "evitar que lo pudiese tomar cualquiera".

¿Cómo se os queda el cuerpo? a mí "frío" (después me haré un chocolate).
Luis xiv "El rey Sol"

Pero no creáis que estas cosas pasan solo aquí, en nuestro país, que va, que va...

Nuestros vecinos "los ingleses", no prohibieron la venta y el consumo público del chocolate, pero lo "gravó" con un impuesto, dándole al chocolate un precio equivalente a 3/4 de su peso en "oro".

Este impuesto se mantuvo hasta 1.853.

Os podéis imaginar "los pocos" que se podían permitir una taza de chocolate.

El chocolate en tableta o en pastilla es la forma más común en la que se nos presenta, también es la más cómoda. De hecho por ser este un alimento tan energético y nutritivo, esta presentación, la tableta, es la más adecuada para incluirla en "el menú" de los soldados, ya que ocupa poco espacio en sus mochilas y les procura los nutrientes que necesitan junto con los frutos secos y productos similares.

¡Bueno chicas!  pues ya nos hemos dado una "vueltecita" por la historia de este "manjar de dioses" tan venerado y tan codiciado a lo largo de su trayectoria por el mundo.

Mis nancys (como no) son muy chocolateras ellas, pero no se ponen de acuerdo en "los complementos" .
A Emeraude le gusta solo sin leche, a Topazio le gusta a la taza con churros, a Ginebra en pastilla relleno de naranja amarga, a Wanda que pique y así todas, "una locura", pues hoy se van a conformar con una tacita calentita y un croisant.

¿Y vosotras nancyfans, os animáis? pues eso ¡Buen provecho! y ¡Hasta pronto!.




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