sábado, 1 de octubre de 2016

La vida en mi barrio

Hace 40 años, cuando yo era una  niña, la vida era bastante más sencilla de lo que es hoy día, por lo menos aparentemente.

Mi barrio era un distrito obrero, habitado por gente trabajadora y sencilla.
Yo recuerdo corretear por sus calles con mis vecinas, que también eran mis amigas, con la "bici".

En verano, cuando bajaba el sol, a eso de las 7 de la tarde, las calles se llenaban de sillas, que la gente sacaba a la puerta de su casa. Algunos también sacaban la mesa, y solían estar allí sentados todos hasta las tantas. Mientras,  los niños jugaban de aquí para allá, sin temer a que nada, ni nadie les pudiese hacer nada malo.
Eran tiempos más seguros en este sentido. Hoy día es casi impensable ver un niño jugar solo con otros niños sin la presencia de sus padres cerca.

Mis juegos de infancia se parecen poco o nada a como juegan y a lo que juegan los niños ahora.
Se jugaba mucho más en la calle que en casa. Las niñas jugábamos a "las gomas", la "comba", la "charranca", al "escondite" (este era mi preferido), a "pillar", a la "botella", al "churro", a las "figuras", a "1,2,3 pica pared"... Todo esto si tenïamos ganas de correr y saltar.
Otras veces, cuando teníamos el día más tranquilo, sacábamos nuestras muñecas, o los cromos de "picar". A mí no me gustaba demasiado sacar mis muñecas a la calle, porque se me ensuciaba la ropita y prefería jugar con ellas en casa "manías de niña" .

También tengo un recuerdo  "especial" de mi casa de entonces, vivíamos en un pasaje, donde al entrar en el desde la calle, parecía que estuvieses en otro mundo, pues pasabas del ruido y la algarabía del centro, a la tranquilidad casi campestre, casi de pueblo, que se respiraba en aquel pasaje, tan bonito, con aquellas macetas, que mis vecinas, y mi madre cuidaban con tanto celo, que si le estropeabas una hoja o una flor, las oías, pero bien. En verdad que merecía la pena, pues con aquellas pequeñas cosas, que cada una aportaba, contribuian a lograr aquel ambiente "casi mágico" que se respiraba allí. Al menos es como yo lo recuerdo.

2 comentarios:

  1. Me has hecho recordar muchos momentos entrañables con tu entrada, muchas gracias Caterina

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