domingo, 25 de noviembre de 2018

Nancy coleccionista

La costumbre de coleccionar cosas es muy común y frecuente en personas de toda edad y condición.

Desde siempre, el ser humano ha coleccionado cosas de lo más variopintas. De todas ellas tenemos los museos llenos, y resulta muy interesante, ya que a través de estos objetos podemos conocer muchas cosas, muchos datos a cerca de cómo eran, cómo vivían, qué les gustaba a nuestros ancestros, entre otras muchas cosas.


Hay colecciones que por su valor constituyen un "tesoro", como por ejemplo las colecciones de arte o de joyas.

Otras sin ser materialmente un tesoro, si que son igualmente interesantes, bonitas y dignas de tener en cuenta, por su valor digamos "sentimental" como pueden ser los libros, los discos, los juguetes, los juegos, las muñecas, sellos, ...etc

Se puede coleccionar cualquier cosa.

 A "mis niñas" les gusta coleccionar pasadores del cabello, diademas, clips, zapatos.

A mí me gusta coleccionar puntos de libro, postales, osos de peluche, muñecas.

Aunque estas últimas, las muñecas, las tengo más bien como unos "miembros" más de mi familia, porque de hecho no tengo demasiadas, para poder ocuparme de ellas como creo que "merecen".

A mi hija le encantan las bufandas, pañuelos y fulares, también las muñecas como a mí.

Mi marido tiene debilidad por los libros y las maquetas de trenes.

Suele haber cierta relación entre el objeto de colección y el carácter de su coleccionista o sus costumbres, aunque a veces "cuesta" encontrar o adivinar esa "relación". Como nos pasó una vez a mi marido y a mí, en una feria que sobre este tema hacen aquí en mi  pueblo cada cierto tiempo y nos encontramos con un conocido que nos contó que él desde hacía muchos años colecciona "bacinillas" (orinales) y que tenía su casa llena de ellos, y su casa dicho sea de paso tiene tres alturas.

¿Os lo podéis imaginar chicas?, yo no discuto, ni pongo en duda la utilidad que estos objetos han tenido a lo largo de la historia de la humanidad, pero de eso a que sea un objeto "decorativo" de ninguna parte ...

No hemos estado en casa de este vecino del pueblo, a pesar de que el señor, muy amable, nos invitó a visitarla. Se lo agradecimos en la misma medida, ya que para él es algo valioso a lo que tiene mucha estima, pero sólo para él claro, su familia si la tiene, no debe de ser de la misma opinión, porque vive él solo, en su gran casa, con su "colección".

Los coleccionistas de sellos (filatelia) por ejemplo, suelen ser personas que les gusta la historia, pues a través de los sellos se conocen muchas anécdotas  interesantes.

Aunque todos en mayor o menor medida le hacemos "un guiño" al pasado para recordarle que no es pasado del todo y que de alguna forma sigue siendo y formando parte de nuestras vidas.

A mi marido le gustan los trenes porque le traen gratos recuerdos de su padre que fue ferroviario y de las vivencias que compartieron, cuando era niño y se lo llevaba con él.

Si echamos una vista al mundo en relación al coleccionismo, como siempre, encontramos cosas sorprendentes.

El coleccionismo se considera así desde que se le "da valor" a algo y consiste en reunir, seleccionar y conservar un objeto al margen de su utilidad primaria y su valor original, por el sólo hecho de tener "algo singular" y que cause admiración.

En la prehistoria, por ejemplo, se guardaban objetos por su extrañeza en cuanto a materiales, formas, colores,... y los depositaban en lugares de difícil acceso.

En la antigüa Grecia, coleccionaban cosas por su antigüedad, tuviese o no valor material.

A lo largo de la historia, las motivaciones para coleccionar cosas ha ido cambiando paralelamente al pensamiento, la forma de hacer y  las costumbres de la sociedad.

A "mis amigos" los egipcios les movía acumular gran cantidad de objetos, valiosos unos, prácticos otros, para utilizar en su vida del "más allá".

Los romanos utilizaban el coleccionismo, por así decirlo, para demostrar poderío y riqueza frente a otros de su misma clase social o inferior. Esto último se sigue haciendo hoy día pero menos (al menos eso creo).

Las grandes colecciones, sobre todo de arte, se exhiben en museos para el deleite de todo el que quiera ir a contemplarlas y forman parte del patrimonio de "todos".

También hay quien aprovecha esta práctica para "exhibir" sus extravagancias en cuanto a gustos personales, como... por ejemplo es suizo Jean-Francois Vernetti que tiene una colección de cartelitos de hoteles de "no molestar" de 189 países que asciende a 11.111 unidades. O como...Barbara
sillas en miniatura
Hartsfield que durante más de 10 años se ha hecho con 3000 sillas en miniatura. Le  dieron el récord guiness en 2008, y ha abierto un museo en Georgia. Y Nancy Hoffman de Peak Island en Maine (EEUU) tiene la colección más grande de paraguas.
También, Martina Schellenberg de Alemania tiene la mayor colección de servilletas diferentes.Y su compatriota  Carsten Tews tiene 1.563 teléfonos móviles diferentes.

Una colección que me ha parecido muy simpática es la de Manfred S. Rothstein de Carolina del Norte que tiene 675 rascadores de espalda.
rascadores de espalda

Recuerdo cuando eramos niñas, que a mí me gustaba coleccionar muchas cosas, pero mis posibilidades de conseguir todo aquello que me gustaba eran limitadas, pero aun y así conseguí reunir un buen número de cromos de picar, de diapositivas de Bimbo y de postales de todo tipo, pero sobretodo de Navidad.

A mi hermano le encantaba coleccionar chapas de botellín, cromos de futbolistas, canicas, piedras de colores, conchas de la playa  y algo más que no recuerdo. parece que lo estoy viendo con sus amigos intercambiando cromos y chapas repetidas, como si no hubiera pasado el tiempo, como si hubiese sido ayer por la tarde...

Es una pena, pero nada de todo aquello se ha conservado en la familia, no se donde ni cuando se perdió. Sería muy bonito y curioso poder verlos ahora.
cartelitos de hotel

¿Y vosotras nancyfans? ¿qué coleccionabais de niñas? ¿conserváis alguna colección de vuestra infancia o coleccionáis alguna cosa ahora? Contádmelo, ya sabéis lo mucho que me gustan vuestros comentarios.

Un abrazo a todas.


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