domingo, 27 de noviembre de 2016

Olores que evocan historias

Si existe algo que enciende o despierta en la persona la "luz" de sus recuerdos eso es "el olfato". Las fragancias, las esencias, los perfumes, la colonia,



los aromas de un dulce, de un postre, de una comida...son capaces de transportarnos a otros tiempos, con otras gentes y en otros lugares, como si fuésemos tocados por una varita mágica. Si, eso es, los olores tienen la capacidad de hacer magia en nuestro subconsciente.

¿Quien no recuerda la colonia que su madre le ponía cada mañana cuando la ayudaba a prepararse  para ir al colegio, por ejemplo?. Yo recuerdo cuando la mía me peinaba las trenzas y me "empapaba" literalmente en colonia "Heno de Pravia".

Salia de casa con la cabeza mojada en colonia, y no contenta con eso, yo cogía el pañuelo (que ahora la mayoría usamos de papel pero que en aquel tiempo era de tela, con estampados de flores o de dibujos infantiles) y también lo empapaba de la misma colonia y me lo ponía en el bolsillo de la bata del colegio con el consiguiente  "manchurrón" que dejaba, pues le ponía tanta que se podía escurrir.

Menos mal que era una colonia fresca y suave,  porque de otra forma, no imagino a nadie cerca de mí soportando el olor.
Es una suerte que esa colonia se siga comercializando, pues yo sigo usandola en mi casa, para el día a día. Nunca falta una botella de Heno de Pravia en mi baño, aunque ahora soy bastante más moderada en su uso.

Como no acordarse de aquel primer frasco de colonia "de mayor" que "alguien" te regaló por tu 12º cumpleaños o por Navidad o simplemente por que "le dió la gana". Y tu te sentiste una chica especial, oliendo a aquello, que en mi caso, no era Heno de Pravia y fue "Azur de Puig".

Y me la regaló mi prima (la de los tebeos y los cuentos, la misma) porque ella la usaba y a mí me gustaba como olía ella.


Creo poder asegurar que cada momento importante de mi vida o por lo menos, cada momento que recuerdo de mí, lleva asociado una fragancia. Por poner un ejemplo, siempre que evoco el bebé que fue mi hija, me viene el olor a "Denenes" y a "Nenuco".







Cuando recuerdo mi escuela, a parte del Heno de Pravia que llevaba yo en todo mi ser, me viene el olor a libros nuevos y a libretas,





a papel de imprenta impreso y nuevo, a goma de borrar,


a pegamento y a tantas otras cosas que todas juntas conforman ese "olor" que yo recuerdo que tenía mi escuela.

La casa de mi querida abuelita olía a bizcocho, a canela y en general a horno caliente con algún dulce en su interior. Ella, en su aseo de cada día siempre se ponía unos polvos sueltos de la casa Myrurgia que se llaman "Maderas de Oriente".


Por eso el bizcocho y la canela donde quiera que lo huela me da la sensación de estar merendando con mi yaya, y esos polvos perfumados (que conservo como un pequeño tesoro) evocan el abrazo de aquella mujer que fue mi abuelita.


Cuantos recuerdos ¿verdad? y cuántos olores distintos. Y vuestras Nancys ¿a qué os huelen?.

A mí las de mi niñez me olian a caramelos y las de ahora me huelen a "Chanel 5", porque las he perfumado así, pues la goma y el plástico del que están hechos tienen un olor un poco fuerte y no muy agradable, así que ahora huelen a Marilyn Monroe ¡ja,ja!

Otro recuerdo aromático que tengo grabado en el "disco duro" de mi memoria es el del olor del pasaje donde vivía, al volver del colegio, al mediodía para comer. Aquello era un poco caótico, ya que se puede decir que olía a todo, era una mezcla de todos los olores de las comidas que estaban haciendo las vecinas, cada una en su casa. A pesar de no ser ni de lejos un aroma distinguido, si que era muy "de casa, familiar", me daba la sensación "de seguridad", puede parecer extraño, pero en ocasiones, cuando recuerdo algo de aquellos años, automáticamente me viene el olor de comida casera y la imagen de yo misma subiendo o bajando las escaleras de mi casa.


El aroma que desprenden las agujas del abeto en Navidad, es otro de los que me despiertan muchos y gratos recuerdos "dormidos" en el tiempo, pero eso amigas os lo contaré en otra ocasión ¿ de acuerdo?. ¡¡Un besote!!



2 comentarios:

  1. Me ha encantado tu entrada! qué buenos los caramelos de violeta, ya ni me acordaba de ellos jejeje Mi madre también usaba Maderas de Oriente, y me acuerdo de pasarme tardes enteras oliendolos del bote porque me encantaban, aunque no me dejaba tocarlos, claro! Mi querida y adorada Nancy antigua, la que viene conmigo desde mi comunion, porque es la de comunion, ya huele un poco como a libro viejo, aunque no es exactamente ese olor, pero sigue siendo agradable y a mi me encanta! Y mis nenitas de colección pues huelen a goma, pura y dura, aunque con tu idea voy a perfumarlas de One de Calvin Klein que es mi perfume favorito, y seamos sinceras, del que más me queda porque me lo compro siempre que se me acaba, y puedo jejeje Gracias por la idea de perfumarlas! no se me habia ocurrido
    Muy bonita tu entrada ha sido como recorrer mis años de niña en unos minutos, gracias
    Un beso desde Nerja. Toñi.

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  2. Me satisface enormemente que mis recuerdos sirvan para hacerte pasar un buen rato querida amiga y también que perfumar nuestras nancys se pueda convertir en una costumbre, todavía las hace más encantadoras si cabe. Gracias por estar ahí acompañándonos con tus comentarios. Un abrazo.

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